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Hélices de Monel
Las hélices marinas hechas de Monel son aleaciones de cobre y níquel, que generalmente contienen un 63% de níquel y un 37% de cobre. Su resistencia a la corrosión por agua de mar las convierte en una opción ideal para hélices. Las hélices de Monel son conocidas por su fuerza y durabilidad, lo que las hace adecuadas para aplicaciones de alta velocidad y trabajos pesados. Además, tienen una excelente soldabilidad y pueden ser fácilmente reparadas o fabricadas en formas complejas.
Hélices de NiBrAl
Las hélices de NiBrAl son hélices de aleación de cobre que contienen níquel, bronce y aluminio. Generalmente, las hélices de NiBrAl contienen un 5% a un 15% de níquel, un 3% a un 8% de aluminio y un 2% a un 6% de manganeso. Esta combinación les confiere buena resistencia, resistencia a la corrosión y resistencia al desgaste. Las hélices de NiBrAl se utilizan a menudo en entornos marinos con condiciones de alta corrosión y desgaste. Sus propiedades las hacen adecuadas para aplicaciones en agua salada y dulce, donde pueden soportar ambientes hostiles y reducir daños.
Hélices de Cobre-Níquel
Las hélices de cobre-níquel son hélices marinas fabricadas con aleaciones de cobre, que generalmente contienen un 10% a un 30% de níquel y un 70% a un 90% de cobre. Esta combinación les proporciona una excelente resistencia a la corrosión, fuerza y durabilidad. Las hélices de cobre-níquel se utilizan a menudo en diversas aplicaciones, incluyendo el transporte comercial, la pesca y la navegación recreativa. Sus propiedades las hacen adecuadas para aplicaciones de alta velocidad y trabajos pesados, donde pueden proporcionar un rendimiento estable y reducir el desgaste.
1. Frecuencia de Inspección
Las inspecciones regulares de las hélices de aleación de cobre son esenciales para garantizar su durabilidad. Realice una inspección completa cada 3 meses o después de cada 100 horas de operación. Esta inspección ayudará a identificar signos de desgaste, daños o corrosión. Además, inspeccione la hélice y las áreas circundantes en busca de líneas de pesca, escombros u obstrucciones que puedan comprometer la eficiencia de la hélice.
2. Procedimientos de Limpieza
Lavar la hélice regularmente es esencial para un rendimiento óptimo. Utilice un cepillo de cerdas suaves y jabón suave para remover cualquier suciedad acumulada, algas o crecimiento marino. Enjuague bien con agua dulce. Se recomienda la limpieza, especialmente cuando se opera en ambientes de agua contaminada o salobre. Evite el uso de materiales abrasivos o productos químicos agresivos que puedan dañar la superficie de la hélice.
3. Recubrimientos Protectores
Aplicar recubrimientos protectores adecuados a las hélices marinas de cobre puede aumentar su longevidad. Estos recubrimientos actúan como una barrera contra la corrosión y minimizan la acumulación de crecimiento marino. Siga las instrucciones del fabricante para la aplicación y los intervalos de reaplicación.
4. Inspección y Reemplazo de Ánodos
Las hélices marinas de cobre deben estar equipadas con ánodos. Estos ánodos deben ser inspeccionados regularmente por desgaste. Además, sustituya los ánodos cuando aproximadamente el 50% de su masa original haya sido erosionado. Los ánodos proporcionarán protección catódica, minimizando la corrosión en la hélice.
5. Alineación y Fijación
Verifique la alineación y asegúrese de que la hélice esté firmemente fijada al eje. Una alineación incorrecta o un ajuste suelto puede causar vibraciones, lo que lleva a un desgaste prematuro y daños potenciales. Siga las especificaciones de par de apriete recomendadas por el fabricante para los pernos de fijación.
6. Lubricación
Lubrique los rodamientos y sellos del eje de la hélice utilizando el lubricante de grado marino recomendado. La lubricación adecuada minimiza la fricción, reduce el desgaste y extiende la vida útil de estos componentes. Consulte las directrices del fabricante sobre los tipos y los intervalos de lubricantes.
7. Precauciones de Almacenamiento
Si la embarcación no está en uso durante un período prolongado, tome las precauciones necesarias para la hélice de cobre. Limpie a fondo, aplique un recubrimiento protector y asegúrese de que esté adecuadamente cubierta para prevenir daños por exposición a los rayos UV o condiciones ambientales adversas.
Comprar una hélice marina de cobre puede ser un proceso complicado, pero no tiene que ser así. Aquí hay algunos consejos para hacerlo más fácil:
Reemplazar una hélice marina de cobre es una tarea sencilla que se puede realizar con herramientas básicas y algo de conocimiento mecánico. Aquí hay una guía paso a paso para reemplazar una hélice marina de cobre:
Reúna las herramientas necesarias:
Para reemplazar una hélice marina de cobre, necesitará una llave o un dado para hélices, un martillo, un bloque de madera, grasa, y una hélice nueva o reparada.
Prepare el barco:
Asegúrese de que el barco esté en una superficie estable, como un remolque o un dique seco. Apague el motor y coloque la palanca de cambios en posición de neutro.
Retire la cubierta de la hélice:
Si la hélice está cubierta, retire la cubierta desenroscándola o desatornillándola.
Afloje la tuerca de retención:
Utilizando la llave o dado para hélices, afloje las tuercas que sujetan la hélice al eje. Esto puede requerir algo de fuerza, ya que la tuerca puede estar muy apretada.
Golpee con cuidado la hélice antigua:
Utilice un martillo y un bloque de madera para golpear suavemente la hélice del eje. Tenga cuidado de no dañar el eje ni los componentes circundantes.
Limpie el eje:
Una vez que la hélice antigua esté retirada, limpie a fondo el eje. Aplique una capa de grasa en el eje para facilitar la instalación de la nueva hélice.
Instale la nueva hélice:
Deslice la nueva hélice marina de cobre o la reparada sobre el eje, asegurándose de que esté correctamente alineada. La cuña debe encajar en su ranura correspondiente en el eje.
Fije la tuerca de retención:
Apretar la tuerca a mano en el eje, asegurándose de que la hélice esté firmemente en su lugar. No la apriete demasiado aún.
Verifique la alineación:
Gire la hélice manualmente para asegurarse de que se mueva libremente y esté correctamente alineada. Haga los ajustes necesarios.
Reemplace la cubierta:
Si se retiró una cubierta, vuelva a colocarla y asegúrela con tornillos o pernos.
Pruebe el barco:
Antes de salir al mar, asegúrese de que todas las herramientas estén retiradas del compartimento del motor. Encienda el motor y pruébelo a baja velocidad para asegurarse de que la hélice funcione correctamente.
Q1: ¿Son buenas las hélices marinas de cobre?
A1: Sí, son buenas. Las hélices marinas de cobre son conocidas por su durabilidad, resistencia a la corrosión, particularmente en ambientes de agua salada, y su capacidad para mantener un filo afilado, lo que puede mejorar la eficiencia.
Q2: ¿Cuáles son las ventajas de la hélice de cobre?
A2: Las ventajas de las hélices de cobre incluyen su resistencia a la corrosión, durabilidad, propiedades biostáticas (que pueden reducir el crecimiento de organismos marinos) y su capacidad para mantener un filo afilado, lo que puede mejorar la eficiencia de la hélice.
Q3: ¿Cómo elijo una hélice marina de cobre?
A3: Para elegir una hélice marina de cobre, considere los siguientes factores: tipo y tamaño del barco; potencia del motor; material de la hélice; paso y diámetro; número de palas; y condiciones de operación.
Q4: ¿Cómo puedo evitar que una hélice marina de cobre se oxide?
A4: Para prevenir la oxidación de las hélices marinas de cobre, límpielas regularmente para eliminar la sal, los escombros y el crecimiento marino, y aplique pintura o recubrimientos antiincrustantes para reducir el crecimiento marino. Además, usar inhibidores de corrosión adecuados y asegurarse de tener un adecuado enlace eléctrico puede ayudar a minimizar la corrosión. Las inspecciones y el mantenimiento regulares son cruciales para identificar y abordar problemas de corrosión a tiempo.